Todos queremos lucir un bonito bronceado, pero no es tan sencillo como salir y exponernos al sol, por eso a continuación encontrarás unos sencillos consejos para aprovechar tus días de playa mientras cuidas tu piel.
Si quieres verte bronceado en verano no es necesario que te expongas al sol todos los días. Es más, tomar el sol todos los días puede jugar en tu contra. En cambio, si tomas el sol cada dos días, tu piel adquirirá un mejor bronceado.
Alternar la exposición al sol en diferentes días no sólo da como resultado un mejor bronceado, sino que también ayuda a reducir el daño de los rayos UV al ADN y el envejecimiento prematuro de la piel.
Aunque el cuerpo necesita luz solar para producir vitamina D, el sol contiene rayos ultravioleta que pueden causar daños. Para ello sólo se necesitan 15 minutos.
El tiempo que pasas al sol se acumula en forma de horas extras, lo que puede provocar cáncer de piel.
Para protegerse de esta radiación, el cuerpo produce melanina, un pigmento oscuro que actúa como una especie de protección natural contra los rayos solares. De ahí viene ese acabado bronceado.
Limite su exposición al sol: trate de evitar el sol entre las 10 a. m. y las 4 p. m., cuando los rayos son más fuertes. Además, recuerda que sigues al sol en los días nublados o cuando estés a la sombra.
Utilice un protector solar con factor de protección solar (SPF) 15 o superior: También debe ser un protector solar de amplio espectro, es decir, protección contra los rayos UVA y UVB. Si tienes la piel muy clara, utiliza SPF 30 o superior. Aplique protector solar entre 20 y 30 minutos antes de salir y vuelva a aplicarlo al menos cada dos horas.
Use gafas de sol que bloqueen los rayos UVA y UVB: Las gafas de sol grandes que cubren los lados de la cara (estilo envolvente) funcionan mejor porque bloquean los rayos UV de los que entran por los lados de las gafas.
Use un sombrero: Puede obtener la mejor protección con un sombrero de ala ancha.
¿Estás listo? Entonces elige tu bañador y ¡a disfrutar!
