La primera impresión es la que cuenta, y tu aroma, imagen y estilo son tus mejores armas de seducción.
Somos conscientes de que muchos de ustedes prefieren el look desenfadado, ese aire de "me acabo de levantar así y estoy increíble". Pero la verdad es que hay ciertos detalles que pueden marcar la diferencia entre pasar desapercibido o ser el centro de todas las miradas. No se trata de transformarte en un metrosexual, sino de potenciar tus atributos naturales.
El aroma es tu firma personal. Un perfume bien elegido es una inversión en tu imagen. Imagina el impacto que causa un rastro de tu esencia en la piel de otro hombre. Dos fragancias son suficientes: una discreta para el día a día y otra más intensa para ocasiones especiales. La primera debe ser suave, envolvente, algo que invite a acercarse. La segunda, potente, masculina, capaz de dejar huella.
Los accesorios son como los condimentos de tu estilo. Deben ser funcionales, no adornos. Un buen reloj es imprescindible. Tres piezas básicas: uno deportivo para el gym, otro casual de cuero para el día a día y un elegante de metal para eventos formales. Las gafas de sol son un complemento necesario, pero úsalas con criterio. Nada de llevarlas en la cabeza, por favor. Un anillo, ya sea de graduación, compromiso o matrimonio, es el único accesorio que realmente puedes permitirte.
El maquillaje es un arma de doble filo. En general, no es necesario. Pero si eres de los que necesita ocultar imperfecciones o controlar el brillo de la piel para una sesión de fotos o una fiesta importante, adelante. Recuerda que disimular el maquillaje en un hombre es complicado.
En definitiva, se trata de cuidar tu imagen sin caer en excesos. Un hombre seguro de sí mismo sabe proyectar su esencia sin necesidad de disfraces. Experimenta, encuentra tu estilo y, sobre todo, disfruta del poder de la atracción